jueves, 18 de marzo de 2010

Mi perra






















Para algunos solo eras un animal de compañía,
pero yo te quería.
Tu pelo suave yo acariciaba,
y tú, dulces besos me dabas.

Tus ladridos, dulces melodías,
hacías de despertador todos lo días.
Devorabas todas las pelotas,
y también escondías mis zapatillas y botas.

Destrozabas la plantas del jardín,
y tu pelo claro se manchaba de verdín.
Luego te tenía que lavar
y tú con las burbujas te ponías a jugar.