Solo moda

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Amor de peluche

Caricias suaves
tu cara amorosa
tus patitas me abrazan
en los malos momentos.

Tú me haces volver
a aquellos tiempos
donde no existía
la palabra problema.

El colegio del tesoro

Hace unos años me fuí de campamento a un colegio abandonado en Montana.
Era antiguo pero el mobiliario se conservaba muy bien.

Mi amiga Laura y yo decidimos ir a la biblioteca para ver libros antiguos. Vi un libro que me llamó la atención por los decorados tan llamativos que tenía. Lo abrí y allí encontré un mapa que tenía lugares y pasadizos secretos que tenía el colegio. En un punto del mapa había una equis, así que supuse que allí habría un tesoro.
Laura y yo empezamos a investigar las puertas de los pasadizos para preparar una excursión de la caza del tesoro.
Cuando preparábamos la mochila con las provisiones nos pilló Manuel, un niño que estaba con nosotras de campamento. Le tubimos que contar todo para que no se lo chivara a los monitores, y él quiso venir con nosotras.

Entramos a los pasadizos por una puerta que había detrás del cuadro del fundador de la escuela.
Estaba todo muy oscuro y lleno de telarañas, menos mal que llevábamos linternas. Andamos horas y horas y aún no había ni rastro del tesoro.

De repente, oímos unas voces y vimos a dos de los monitores ¡También buscaban el tesoro!
Íbamos a decirles si lo buscabamos juntos pero les oímos decir que nos iban a dejar a nosotros y a todos los niños del campamento allí abandonados cuando encontraran el tesoro.

Nos escapamos de allí y fuimos a nuestro cuarto a llamar a la polícia. En cinco minutos estubieron allí y se llevaron presos a los monitores por secuestro.
Luego nosotros tres encontramos el tesoro y lo donamos para que arreglaran el colegio.
Ahora vamos todos los años allí de campamento y contamos a los nuevos la historia de la busca del tesoro.

Surgió el amor

Sois tal para cual.
Raros los dos,
despistados y alocados.

Sois muy diferentes,
aunque en el fondo
muy parecidos.

Os visteis una mañana de septiembre:
os odiastes, os amigasteis hasta que
¡ Surgió el amor!

Laura

Tus ojos azules
yo quiero comprar,
quiero que sean
de mi propiedad.

Tus rubios cabellos
yo quiero peinar,
lavar, secar
y luego planchar.

Mi perra

Para algunos solo eras un animal de compañía,

pero yo te quería.

Tu pelo suave yo acariciaba,

y tú, dulces besos me dabas.

Tus ladridos, dulces melodías,

hacías de despertador todos lo días.

Devorabas todas las pelotas,

y también escondías mis zapatillas y botas.

Destrozabas la plantas del jardín,

y tu pelo claro se manchaba de verdín.

Luego te tenía que lavar

y tú con las burbujas te ponías a jugar.